EL MODULOR BÉLICO
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- 9 oct
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Para esta obra, he decidido utilizar el Modulor de Le Corbusier como base porque me parecía una referencia más interesante y contemporánea que el Hombre de Vitruvio, siendo de esta forma la reinvención del modelo natural. El Modulor supuso una ruptura en muchos ámbitos artísticos, planteando el centro de gravedad sobre el que orbitaría la producción material de manera mucho más antropocentrista.
Además, por preferencia personal, admiro su estética: ofrece una visión moderna del cuerpo humano que podía transformar y adaptar al diseño del proyecto. En esencia, el trabajo es un esquema de armas modernas comparadas con el tamaño del humano promedio, un guiño al Modulor y a la función que tenía originalmente.
El planteamiento de este proyecto ha sido intentar, mostrando una figura de mi tamaño, comparar las medidas de diferentes armas. De esta forma, puesto que mido menos que la media, hago mucho más evidente la brecha entre lo humano y la violencia fria o calculada de las armas.
En cuanto al proceso y los materiales, he sido bastante clásica: utilicé grafito y carbón para rellenar las siluetas de las armas en el resultado final. Los bocetos realizados en mi cuaderno de campo plantean la organización de estas. Como dato anecdótico, la referencia original de la pose pertenece al artista Alexander Alexandrovich Deineka, cuya carrera artística estuvo integralmente ligada a los ideales del Partido Comunista de la URSS, también fue miembro fundador de la Sociedad de los Stanislavistas (OST), un grupo de artistas revolucionarios que promovía el arte funcional al ideal soviético.
Las medidas de las armas se contrastaron con fuentes técnicas y catálogos de fabricantes; muchas piezas coinciden con réplicas de Airsoft de modelos originales, ya que esas proporciones se ajustaban mejor a las mías.
El proceso de trabajo comenzó con la disposición de las armas en mi cuaderno de campo, junto a unas planificaciones iniciales del dibujo final. También llevé el proyecto a digital para planear un fondo que luego imprimí y reintegré en el cuaderno de campo, unificando así lo analógico y lo digital en la composición definitiva.
Como mensaje final, la rosa situada en la palma del Modulor sintetiza el verdadero significado de la humanidad en la pieza. Hoy, la palabra “guerra” está más presente que nunca: vivimos rodeados de violencia y tenemos en nuestras manos la opción de condenar la humanidad o de avanzar hacia otro futuro. Por eso la rosa simboliza, a la vez, la belleza posible de un buen porvenir y el daño que conlleva aceptar la realidad de nuestra situación.












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